Todos tenemos algo con lo que ya no tenemos una conexión, que ya no brinda alegría a nuestras vidas. No acumules tu pasado en objetos, mejor dónalos para que otras personas puedan aprovechar aquello que contigo ya cumplió su función.
Equipos informáticos, ropa, juguetes, libros, muebles, electrodomésticos, etc todo sirve al momento de darle un segundo o tercer uso. ¡No límites a esos objetos! Déjalos servir a alguien más, que su vida se prolongue.
Cuando donamos, estamos dando orden a nuestro hogar y vida, dejas de conservar cosas ya sin utilidad para ti y ayudas a alguien que necesitaba esa pequeña ayuda. Donar es darle una segunda oportunidad de vida a esos ordenadores y cosas que ya no usas.